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viernes, 14 de mayo de 2010

Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011

Apúntate ya como voluntario de la Diócesis de Alcalá de Henares para la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011. Manda tus datos y solicita información en:

alcalavoluntariosjmj@gmail.com

"Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe". (cfr. Col 2, 7).

Proyecto de Acogida de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen María en la Diócesis de Alcalá de Henares

Secretariado de Infancia y Juventud

Pincha sobre el cartel superior para verlo ampliado

I) Objetivos
- Unirnos, a través de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, a la adoración a la Cruz, como símbolo de nuestra Redención.
- Llevar la Cruz de las JMJ a todos los Arciprestazgos de la Diócesis de Alcalá de Henares, para que los jóvenes puedan conocer el mensaje de Cristo a través de ella.
- Rezar con el Icono de la Virgen María para que, por medio de ella, lleguemos a Jesús.
- Evangelizar las realidades sociales de los jóvenes de nuestra Diócesis: parroquias, campus universitarios, lugares de encuentro; especialmente entre aquéllos con mayores dificultades sociales: menores en riesgo social, jóvenes inmigrantes, con discapacidad, etc.

II) Metodología
La Cruz de las JMJ, acompañada del Icono de la Virgen María, visitará todos los Arciprestazgos de la Diócesis de Alcalá.
Cada Arciprestazgo organizará las actividades que considere más oportunas, así como el itinerario a seguir en su territorio. Intentando llegar al mayor número de jóvenes; considerando sus necesidades, el número de personas implicadas y el día en que reciben la Cruz y el Icono.

Igualmente, los responsables de estas actividades deberán considerar los detalles de la Entrega entre Arciprestazgos u Órganos Diocesanos, facilitando la Acogida y Despedida en cada uno de ellos. El Arciprestazgo u Órgano Diocesano que acoge la Cruz y el Icono es quien debe encargarse de su recogida de manos del Arciprestazgo u Órgano Diocesano que los preceda en la tabla. Se empleará siempre para ello la furgoneta que facilitará para los traslados de la Cruz y el Icono la Organización Central de Madrid. Se marca como norma general –salvo acuerdo contrario de los Arciprestazgos u Órganos Diocesanos implicados– que dicha Entrega se realizará siempre después del mediodía (primeras horas de la tarde), para que la Cruz y el Icono estén presentes en cada Arciprestazgo una tarde de Acogida y una noche (día marcado en el punto III_A) y una mañana; procediendo entonces a la Despedida y Entrega, siguiendo siempre esta mecánica operativa. Son excepción los tres primeros días, con un reparto temporal especial ya fijado.

El Secretariado de Infancia y Juventud organizará y coordinará los actos principales, en los que participarán los jóvenes de toda la Diócesis. Asimismo, elaborará, en consonancia con las catequesis del Encuentro, un material que dé unidad a todas las actividades que se realicen, considerando el camino catequético ya iniciado por el Secretariado de cara a la JMJ 2011.
El resto de actos los prepararán los distintos grupos de jóvenes que deseen implicarse de cada Arciprestazgo, guiados siempre por los materiales propuestos por el Secretariado.

Los Órganos Diocesanos implicados en la Peregrinación de la Cruz y el Icono en nuestra Diócesis, por su trabajo junto a los jóvenes y en colaboración con el Secretariado son: el Departamento de Pastoral Universitaria (visita a los Campus Universitarios), el Seminario Diocesano de Alcalá (visita al Seminario), el Secretariado para la Pastoral Penitenciaria (visita al Centro de Menores Infractores) y la Delegación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (visitas a varios conventos sitos en la Diócesis de Alcalá).

III) Cronograma

Contamos con 15 días para desarrollar este proyecto.
Es nuestro deseo poder acoger la Cruz y el Icono de la JMJ los días comprendidos entre el 12 y el 26 de abril de 2010, durante la Pascua. Así, hemos programado nuestras actividades para este tiempo litúrgico.

Día de la semana


Entidad diocesana encargada


Actividad a desarrollar

Lunes 12
(tarde)


Secretariado de Infancia y Juventud


Acogida de la Cruz y el Icono en la Catedral-Magistral.
Oración de jóvenes con Adoración al Santísimo: actividad que venimos desarrollando
los jóvenes todos los primeros viernes de mes.

Martes 13


Departamento de Pastoral Universitaria
Universidad de Alcalá


Adoración y Oración en los Campus Externo y Ciudad de la UAH.

Martes 13
(noche)


Seminario Diocesano de Alcalá


Adoración en el Seminario Mayor Diocesano.
Oración por las vocaciones sacerdotales, en el marco del Año Sacerdotal.

Miércoles 14


Alcalá de Henares - Norte


-

Jueves 15


Alcalá de Henares - Sur


-

Viernes 16


Rivas-Vaciamadrid


-

Sábado 17


Torrejón de Ardoz


Procesión con la Cruz y el Icono por las calles.
Objetivo a trabajar: Misión.

Domingo 18


Arganda del Rey


-

Lunes 19


Torres de la Alameda


-

Martes 20


Secretariado de Infancia y Juventud
Secretariado para la Pastoral Penitenciaria


Visita al Centro de Menores Infractores en Brea de Tajo.

Miércoles 21


Villarejo de Salvanés


-

Jueves 22


Coslada - San Fernando de Henares


-

Viernes 23


Daganzo de Arriba


-

Sábado 24


Algete
Secretariado de Infancia y Juventud


Encuentro Diocesano de Jóvenes
Continuación del camino catequético hacia la JMJ 2011.
Adoración, Vigilia de Oración y Turnos de Vela a lo largo de toda la noche.

Domingo 25

Lunes 26


Secretariado de Infancia y Juventud


Despedida de la Cruz

El Secretariado de Infancia y Juventud de la Diócesis de Alcalá participará de una forma más activa en los actos centrales, especialmente en el Encuentro Diocesano de Jóvenes.

El resto de actos los prepararán los Órganos Diocesanos ya nombrados y los distintos grupos que deseen implicarse en cada uno de los Arciprestazgos; con la supervisión del Secretariado y empleando los materiales por éste facilitados. El Arciprestazgo u Órgano Diocesano que acoge la Cruz y el Icono es quien debe encargarse de su recogida desde el Arciprestazgo u Órgano que los despide, empleando siempre la furgoneta facilitada para ello. La Entrega será por la tarde como norma general (más detalles en Metodología).

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Entérate de todas las novedades de la JMJ en

http://www.wydmadrid2011.es




Crear cuestionarios con vídeos de YouTube

No cabe duda de que YouTube, además de ofrecer vídeos para pasar ratos de diversión y entretenimiento, también aloja material que puede ser empleado con fines didácticos. Esto se puede cumplir de un modo más específico ayudándonos de una aplicación llamada ESLVideo.com. Con esta herramienta podemos seleccionar un vídeo procedente de YouTube, Google Video u otras plataformas de almacenamiento de vídeos para añadir cuestiones que tengan que contestar los alumnos. Hay que advertir que ESLVideo.com está concebido principalmente para el aprendizaje del inglés, pero es muy sencillo adaptarlo para nuestros propios intereses. Para probarlo este servicio, he creado este sencillo cuestionario:



lunes, 19 de abril de 2010

BENEDICTO XVI: 1950 ANIVERSARIO DEL NAUFRAGIO DE SAN PABLO

VER MAPA MÁS GRANDE
Cuando los judíos acusaron en falso a Pablo de haber introducido a los gentiles en el templo, el populacho maltrató a Pablo, y, cubierto de cadenas, el tribuno Lisias lo echó a la cárcel de la fortaleza Antonia. Cuando éste supo que los judíos habían conspirado para matar al prisionero, lo envió bajo fuerte escolta a Cesárea, que era la residencia del procurador Félix. Pablo no tuvo dificultad para poner en claro las contradicciones de los que lo acusaban pero, al negarse a comprar su libertad, Félix lo mantuvo encadenado durante dos años e incluso lo arrojó a la cárcel para dar gusto a los judíos en espera de la llegada de su sucesor el procurador Festo. El nuevo gobernador quiso enviar al prisionero a Jerusalén para que fuese juzgado en presencia de sus acusadores, pero Pablo, que conocía perfectamente las argucias de sus enemigos, apeló al César. En consecuencia, esta causa podía sólo ser despachada en Roma. Este periodo de cautividad se caracteriza por cinco discursos del Apóstol: El primero fue pronunciado en hebreo en las escaleras de la fortaleza Antonia ante una multitud amenazante; Pablo relató su vocación y su conversión al apostolado, pero fue interrumpido por los gritos hostiles de la gente (Hechos, xxii, 1-22).
En el segundo, al día siguiente ante el Sanedrín reunido bajo la presidencia de Lisias, el apóstol enredó hábilmente a los fariseos contra los saduceos con lo que no se pudo llevar adelante ninguna acusación.
El tercero fue la respuesta al acusador Tértulo en presencia del gobernador Félix; en ella hizo ver que los hechos habían sido manipulados probando, así, su inocencia. (Hechos xxiv, 10-21). El cuarto discurso es una simple explicación resumida de la fe cristiana ante el gobernador Félix y su mujer Drusila (Hechos, xxiv, 24-25). El quinto, pronunciado ante el gobernador Festo, el rey Agripa y su mujer Berenice, repite de nuevo la historia de la conversión y quedó sin terminar debido a las interrupciones sarcásticas del gobernador y la actitud molesta del rey (Hechos, xxvi).
El viaje del prisionero Pablo de Cesárea a Roma fue descrito por San Lucas con una viveza de colores y una precisión que no dejan nada que desear. Pueden verse los comentarios de Smith, "Voyage and Shipwreck of St. Paul" (1866); Ramsay, "St. Paul the Traveller and Roman Citizen" (London, 1908). El centurión Julio había enviado a Pablo y a otros prisioneros en un navío mercante en el que Lucas y Aristarco pudieron sacar pasaje. Dado que la estación se encontraba avanzada, el viaje fue lento y difícil. Costearon Siria, Cilicia y Panfilia. En Mira de Licia los prisioneros fueron transferidos a un bajel dirigido a Italia, pero unos vientos contrarios persistentes los empujaron hacia un puerto de Chipre llamado Buenpuerto, alcanzado incluso con mucha dificultad y Pablo aconsejó invernar allí, pero su opinión fue rechazada y el barco derivó sin rumbo fijo durante catorce días terminando en las costas de Malta. Durante los tres meses siguientes, la navegación fue considerada demasiado peligrosa, con lo que no se movieron del lugar, mas con los primeros días de la primavera, se apresuraron a reanudar el viaje. Pablo debió llegar a Roma algún día de marzo. "Quedó dos años completos en una vivienda alquilada . . . predicando el Reino de Dios y la fe en Jesucristo con toda confianza, sin prohibición" (Hechos, xxviii, 30-31). Y, con estas palabras, concluyen los Hechos de los Apóstoles.
No hay duda de que San Pablo terminó su juicio absuelto; ya que (1) el informe del gobernador Festo, así como el del centurión, fueron favorables; y que (2) los judíos parecen haber abandonado la acusación puesto que sus correligionarios no parecen haber estado informados (Hechos, xxviii, 21); y que (3) el rumbo tomado por el procedimiento judicial le dejó algunos periodos de libertad, de los que habló como cosa cierta (Fil., i, 25; ii, 24; Philem., 22); y que (4) las cartas pastorales (en el supuesto que sean auténticas) implican un periodo de actividad de Pablo subsiguiente a su cautividad. Y se llega a la misma conclusión en la hipótesis según la cual no son auténticas, dado que todas ellas coinciden en que el autor conocía bien la vida del apóstol. Unánimemente se acepta que las “epístolas de la cautividad” se enviaron desde Roma. Algunos autores han intentado probar que San Pablo las escribió durante su detención en Cesárea, pero pocos autores los han seguido. La epístola a los colosenses, a los efesios y a Filemón se enviaron juntas y utilizando el mismo mensajero: Tíchico. Es controvertido si la epístola a los filipenses fue anterior o posterior a estas últimas y la cuestión no ha sido nunca resuelta con argumentos incontrovertibles (ver Epistolas a FILIPENSES, EFESIOS, COLOSENSES, FILEMON.
F. PRAT
Transcrito por Donald J. BoonTraducido por J. Moreno-Dávila
The Catholic Encyclopedia, Volume I
Copyright © 1907 by Robert Appleton Company
Online Edition Copyright © 1999 by Kevin Knight
Enciclopedia Católica Copyright © ACI-PRENSA
Nihil Obstat, March 1, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur +John Cardinal Farley, Archbishop of New York
Rutas del Cuarto Viaje

Es la narración más fabulosa del Nuevo Testamento. De Cesarea a Roma, “la navegación era peligrosa” después de la fiesta de la Expiación –que introduce el otoño–. Efectivamente, la nave irá a la deriva durante quinte días desde Creta a Malta, no pudiéndose orientar “ni con las estrellas ni con el sol”. El prisionero Pablo se revela más libre que los 276 miembros de la tripulación, capitán, piloto, centurión y marineros. Estaba acostumbrado al mar y a la experiencia de tres naufragios (2Co 11,25) y, sobre todo, demuestra una seguridad que le viene de Dios: “Ninguna de vuestras vidas se perderán, solamente la nave”, dice a sus compañeros cuando todo parecía perdido, “Se me ha aparecido un ángel de Dios a quien pertenezco y a quien doy culto, y me ha dicho: No temas, Pablo… Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo”.
Malta

Se salvan todo. Llegan a la isla, unos nadando y otros gracias a unos tablones y los despojos de la nave. Esta etapa sencilla e idílica (“los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera”) simboliza la acogida que el mundo pagano dará al Evangelio. Tras el peligro y el naufragio, la escala maravillosa de Malta tiene para Lucas el gusto del alba de una resurrección. Una víbora muerde la mano de Pablo mientras echaba leña a la hoguera, pero él sacudió el animal sobre el fuego sin sufrir ningún daño… la gente lo tomó por un dios. Luego Pablo cura al padre de su anfitrión imponiéndole las manos, así como a los otros enfermos de la isla que acudieron a él. En fin, tuvieron para con él toda suerte de consideraciones y al momento de la partida le proveyeron de lo necesario.
Roma

Después va a Siracusa, Regio y Pozzuoli. Desde aquí toma el camino hacia Roma y tiene la alegría de ser recibido por los hermanos –que han recorrido a pie 50 kilómetros–, pues el Apóstol no es ningún desconocido: habían recibido, tres años antes, su gran Carta a los Romanos. En Roma, existía una comunidad de cristianos, cuyo origen se ignora y que Lucas describe como numerosa y célebre por su fe y sus obras. El cristianismo fue llevado a Roma muy pronto por mercaderes judíos y permaneció al lado de las sinagogas. Cuando Claudio murió Roma contaba con unos 50.000 judíos procedentes de regiones muy distintas, diseminados en las varias sinagogas de la capital del Imperio.
Pablo, pues, llega a Roma en el 61 para ser juzgado. Después de dos años de residencia vigilada, en una casa particular en el centro de la ciudad, cerca del Tíber (el barrio judío de hoy), años que emplea para evangelizar y escribir, el proceso desvanece por falta de acusadores. Pero después del incendio del 64 Nerón acusa a los cristianos de ser los autores del incendio y Pablo fue arrestado, encadenado en la cárcel Marmertina y condenado a la decapitación, que será ejecutada fuera de las murallas aurelianas, en la Vía Ostiense, probablemente entre el 65 y el 67.

viernes, 16 de abril de 2010

viernes, 12 de marzo de 2010

Lo q mas nos preocupa¡¡¡¡ (según ellos)






Los ocho grandes problemas que amenazan a los jóvenes españoles

Paro, fracaso escolar, subcualificación, malos hábitos, unas pensiones tardías... el escenario para los jóvenes españoles es malo y la tendencia es a empeorar

La crisis económica también es una crisis política y valores, también social, educativa y de estructura nacional. Pero ¿quiénes van a salir peor parados? ¿quiénes están ya sufriendo las consecuencias de una sociedad que coarta sus necesidades de crecimiento, de desarrollo, de emancipación personal?: los jóvenes.
Los grandes problemas a los que se enfrentan los jóvenes cuando tienen que dejar el hogar paterno son numerosos y no plantean un panorama nada halagüeño. Repasamos los ocho problemas que amenazan a nuestros jóvenes.

1.- El paro juvenil. La tasa de paro juvenil en España está alcanzando cotas verdaderamente preocupantes: uno de cada cuatro jóvenes está en situación de desempleo. De hecho, la tasa llega al 33,6% y ya suma la cuarta parte del paro juvenil de la eurozona, según los datos hechos públicos por Eurostat el pasado 23 de julio de 2009.


En el conjunto de la zona euro, el desempleo entre los ciudadanos con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años alcanzó en el primer trimestre de 2009 los 3,11 millones de personas, lo que supone una tasa de paro juvenil del 18,4%; mientras que en España este desempleo alcanzó la cifra de 789.000 personas.

2.- Los ‘ni-ni’. Ni estudian ni trabajan, así se conocen al sector de jóvenes que no ha conseguido acceder al mundo laboral pero tampoco está formándose para acometer su vida laboral porque ya los ha realizado o porque pretende iniciar su incursión en un trabajo.

España presenta uno de los porcentajes más elevados de adolescentes o jóvenes que ni estudia ni trabaja. Este hecho disminuye también la edad de incorporación a la delincuencia.

La última encuesta de Metroscopia, es decir del grupo PRISA, señalaba que el 54% de los españoles situados entre los 18 y 34 años afirmaba que no tenía proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado.

3.- El fracaso escolar. Las cifra de fracaso escolar en España es del 31%. Ese dato nos muestra el abandono escolar temprano, es decir, personas que dejan de estudiar cuando tan sólo tienen la educación secundaria. Prestigiosos estudios como el Informe PISA, elaborado por la OCDE; el más reciente de la Comisión Europea, que concluye que cuatro de cada diez alumnos no acaba el Bachillerato en España; o el informe Magisterio 2008, que indica que uno de cada tres alumnos lo deja tras la ESO, entre otros, dan buena cuenta del comprometido panorama educativo español.

El punto de inflexión de este abandono escolar, que es uno de los indicadores estructurales de la Comisión Europea, es el año 2000 (sistema LOGSE). En 1992 la media de abandono era del 41%. Hasta el 2000 España mejoró en 12 puntos (28,9%) y a partir de esa fecha empeoraron los resultados. En 2008 el porcentaje estaba en el 31,15%. En este sentido, hay que tener muy en cuenta que el bajo rendimiento escolar alimenta el paro.

Además, este hecho tiene repercusión en la universidad. El fracaso escolar y el abandono escolar temprano tienen una prolongación en el mundo universitario, con efectos sobre el sistema económico.

4.- La ocupación sobrecualificada. El 20% de la gente joven trabaja en puestos de trabajo que les exige menos capacidad que la preparación que han tenido. Este dato no es baladí, sobre todo en el grupo de jóvenes los universitarios que son los que tienen un peor ratio con más de uno de cada cuatro colocado en un puesto que desaprovecha su formación.

El panorama es grave porque el paro juvenil es del 34% y en el 26% de jóvenes el Estado ha invertido grandes sumas de dinero formándolos para luego desaprovecharlos lo cual es una merma para el país. A esto hay que sumarles los ‘ni-ni’ lo cual revela que más del 60% de los jóvenes está en una situación precaria. Además, el alto porcentaje de fracaso escolar constata que las próximas generaciones no podrán mejorar esta realidad social.

El actual sistema productivo en España no extrae un óptimo rendimiento de la cualificación de los jóvenes en sus puestos de trabajo. Para casi un 35% de ellos existe una brecha entre su nivel de preparación y el que se necesita en su actual empleo, con el consiguiente desaprovechamiento de capital humano.

Los datos referentes a La sobrecualificación de los jóvenes, un estudio del Observatorio de la Inserción Laboral de los Jóvenes Bancaja-Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), publicados en el cuaderno de Capital Humano de marzo de 2007, son preocupantes en tanto que muestran algunas de las razones de la ‘fuga de cerebros’ españoles al extranjero y la baja productividad española.

5.- La cultura y los hábitos. España no goza de una educación fomentada en la cultura del esfuerzo. En este sentido, los jóvenes tienen unos hábitos de vida que pasarán factura cuando la persona esté en la plenitud de la vida: propensión a consumir alcohol y drogas, pérdida de audición debido al gran uso de auriculares, vida nocturna, relaciones sexuales anticipadas lo cual conlleva el desarrollo de enfermedades de diversa índole y embarazos no deseados, embarazos no deseados en chicas que acabarán abortando con el consabido coste psicológico que se paga.

Educar en valores no es tarea fácil dados los tiempos que corren. Transmitir a nuestros hijos, por ejemplo, la idea de que el esfuerzo es necesario para su formación integral, para construir su personalidad, se estrella en demasiadas ocasiones con el modelo de sociedad que proyectan los medios de comunicación -especialmente la televisión- y fomentan incluso las administraciones.

Se trata de un modelo basado en no renunciar a nada, vivir sin complicarse la vida y esquivar el esfuerzo, que es la mejor forma de medir la felicidad en términos de placer inmediato, aunque lleve aparejados la pereza, el egoísmo y, a la larga, el fracaso.

6.- Las pensiones. Los jóvenes de hoy en día tendrán que trabajar más tiempo y alargar su vida laboral.

El Gobierno socialista recientemente propuso retrasar la jubilación a los 67 años. Coincidiendo con la cumbre de Davos que reunió al Foro Económico Mundial, el presidente Rodríguez Zapatero anunció que el Consejo de Ministros aprobaría una reforma del sistema de pensiones que alargará en dos años la vida laboral a las personas que nacieron después de 1959.

El progresivo envejecimiento de España (y Europa) y un considerable descenso de la población activa se han convertido en dos de las principales barreras para el crecimiento económico del Estado, que cada vez se hace más viejo y más pobre.

Para el 2025 la media de edad de la UE-27 llegará a los 45 años para esas fechas y la de Japón a los 50; mientras que Brasil rondará los 34 años de media, el conjunto de países del BRIC (Brasil, China, India y Rusia) estará en los 37; y China y Estados Unidos en los 39.

7.- El endeudamiento. Tenemos una economía insolidaria con el futuro. Las cifras del endeudamiento del Estado español representa el 34% del PIB, algo que la mayoría de países desearían. Pero el desarrollo de la realidad –y ya estamos sufriendo las consecuencias con el planteo de alargar la vida laboral para retrasar las pensiones- indica que esto va a cambiar radicalmente y de manera acelerada como consecuencia del envejecimiento de la población. España pasará a ocupar el primer lugar en cuanto a su deuda por este motivo.

Al actuar sin pensar en el futuro a medio y largo plazo, al no querer abordar el problema de nuestro futuro económico, seriamente comprometido, lo que se está haciendo es pasar una pesada carga a nuestros hijos y nietos.

8.- Medio ambiente. Los jóvenes de hoy en día no solo van a enfrentarse a un ecosistema mermado sino que la desprotección que sufre el paisaje en la actualidad o las condiciones pésimas de algunos entornos legarán una herencia de difícil recepción para las futuras generaciones.

El líder de Unió y portavoz en el Congreso de los Diputados de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, lo definió perfectamente este miércoles 17 de febrero cuando afirmó: “es la hora de pensar más en las futuras generaciones que en las futuras elecciones”. No se puede decir más claro.

viernes, 5 de marzo de 2010

Aqui os dejo algunos pasajes de la biblia

[1]Puesto que muchos emprendieron la tarea de relatar los sucesos que nos han acontecido,[2]tal como nos lo transmitieron los primeros testigos presenciales y servidores de la Palabra,[3]también yo he pensado, ilustre Teófilo, escribirte todo por orden y exactamente, comenzando desde el principio;[4]así comprenderás con certeza las enseñanzas que has recibido.[5]En tiempo de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías; su mujer era descendiente de Aarón y se llamaba Isabel.[6]Los dos eran rectos a juicio de Dios y procedían sin falta, de acuerdo con los mandatos y preceptos del Señor.[7]No tenían hijos, porque Isabel era estéril y los dos de edad avanzada.[8]Una vez que, con los de su grupo, oficiaba ante Dios,[9]según el ritual sacerdotal, le tocó entrar en el santuario para ofrecer incienso.[10]Mientras todo el pueblo quedaba fuera orando durante la ofrenda del incienso,[11]se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso.[12]Al verlo, Zacarías se asustó y quedó desconcertado.[13]El ángel le dijo: ---No temas, Zacarías, que tu petición ha sido escuchada, y tu mujer Isabel te dará un hijo, a quien llamarás Juan.[14]Te llenará de gozo y alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento.[15]Será grande a juicio del Señor; no beberá vino ni licor. Estará lleno de Espíritu Santo desde el vientre materno[16]y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios.[17]Irá por delante, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos, a los rebeldes con el sentir de los honrados; así preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.[18]Zacarías respondió al ángel: ---¿Qué garantía me das de eso? Pues yo soy anciano y mi mujer de edad avanzada.[19]Le replicó el ángel: ---Yo soy Gabriel, que sirvo a Dios en su presencia: me ha enviado a hablarte, a darte esta Buena Noticia.[20]Pero mira, quedarás mudo y sin poder hablar hasta que eso se cumpla, por no haber creído mis palabras que se cumplirán a su debido tiempo.[21]El pueblo aguardaba a Zacarías y se extrañaba de que se demorase en el santuario.[22]Cuando salió, no podía hablar, y ellos adivinaron que había tenido una visión en el santuario. Él les hacía señas y seguía mudo.[23]Cuando terminó el tiempo de su servicio, volvió a casa.[24]Algún tiempo después concibió Isabel su mujer, y se quedó escondida cinco meses, en ese tiempo pensaba:[25]---Así me ha tratado el Señor cuando dispuso remover mi humillación pública.[26]El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,[27]a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María.[28]Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: ---Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.[29]Al oírlo, ella se turbó y discurría qué clase de saludo era aquél.[30]El ángel le dijo: ---No temas, María, que gozas del favor de Dios.[31]Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús.[32]Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,[33]para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reinado no tenga fin.[34]María respondió al ángel: ---¿Cómo sucederá eso si no convivo con un varón?[35]El ángel le respondió: ---El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te hará sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios.[36]Mira, también tu pariente Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses.[37]Pues nada es imposible para Dios.[38]Respondió María: ---Aquí tienes a la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra. El ángel la dejó y se fue.[39]Entonces María se levantó y se dirigió apresuradamente a la serranía, a un pueblo de Judea.[40]Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.[41]Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel, llena de Espíritu Santo,[42]exclamó con voz fuerte: ---Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.[43]¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?[44]Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre.[45]¡Dichosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció.[46]María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor,[47]mi espíritu festeja a Dios mi salvador,[48]porque se ha fijado en la humildad de su esclava y en adelante me felicitarán todas las generaciones.[49]Porque el Poderoso ha hecho proezas, su nombre es sagrado.[50]Su misericordia con sus fieles continúa de generación en generación.[51]Su poder se ejerce con su brazo, desbarata a los soberbios en sus planes,[52]derriba del trono a los potentados y ensalza a los humildes,[53]colma de bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos.[54]Socorre a Israel, su siervo, recordando la lealtad,[55]prometida a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y su linaje por siempre.[56]María se quedó con ella tres meses y después se volvió a casa.[57]Cuando a Isabel se le cumplió el tiempo del parto, dio a luz un hijo.[58]Los vecinos y parientes, al enterarse de que el Señor la había tratado con tanta misericordia, se congratulaban con ella.[59]Al octavo día fueron a circuncidarlo y lo llamaban como a su padre, Zacarías.[60]Pero la madre intervino: ---No; se tiene que llamar Juan.[61]Le decían que nadie en la parentela llevaba ese nombre.[62]Preguntaron por señas al padre qué nombre quería darle.[63]Pidió una tablilla y escribió: ---Su nombre es Juan. Todos se asombraron.[64]Al punto se le soltó la boca y la lengua y se puso a hablar bendiciendo a Dios.[65]Toda la vecindad quedó sobrecogida; lo sucedido se contó por toda la serranía de Judea[66]y los que lo oían reflexionaban diciéndose: ---¿Qué va a ser este niño? Porque la mano del Señor lo acompañaba.[67]Su padre Zacarías, lleno de Espíritu Santo, profetizó:[68]Bendito el Señor, Dios de Israel, porque se ha ocupado de rescatar a su pueblo.[69]Nos ha suscitado una eminencia salvadora en la Casa de David, su siervo,[70]como había prometido desde antiguo por boca de sus santos profetas:[71]salvación de nuestros enemigos, del poder de cuantos nos odian,[72]tratando con lealtad a nuestros padres y recordando su alianza sagrada,[73]lo que juró a nuestro padre Abrahán, que nos concedería,[74]ya liberados del poder enemigo, servirle sin temor en su presencia,[75]con santidad y justicia toda la vida.[76]Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque caminarás delante del Señor, preparándole el camino;[77]anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de los pecados.[78]Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará desde lo alto un amanecer[79]que ilumina a los que habitan en tinieblas y en sombras de muerte, que endereza nuestros pasos por un camino de paz.[80]El niño crecía, se fortalecía espiritualmente y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó a Israel.

Lucas, capítulo 2
[1]Por entonces se promulgó un decreto del emperador Augusto que ordenaba a todo el mundo inscribirse en un censo.[2]Éste fue el primer censo, realizado siendo Quirino gobernador de Siria.[3]Acudían todos a inscribirse, cada uno en su ciudad.[4]José subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a la Ciudad de David en Judea, llamada Belén --pues pertenecía a la Casa y familia de David--,[5]a inscribirse con María, su esposa, que estaba encinta.[6]Estando ellos allí, le llegó la hora del parto[7]y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado sitio en la posada.[8]Había unos pastores en la zona que velaban por turnos los rebaños a la intemperie.[9]Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó de resplandor y ellos se aterrorizaron.[10]El ángel les dijo: ---No temáis. Mirad, os doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo:[11]Hoy os ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor.[12]Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.[13]Al instante se junto al ángel una multitud del ejército celeste, que alababan a Dios diciendo:[14]---¡Gloria a Dios en lo alto y en la tierra paz a los hombres que él ama![15]Cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían: ---Crucemos hacia Belén, a ver lo que ha sucedido y nos ha comunicado el Señor.[16]Fueron aprisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre.[17]Al verlo, les contaron lo que les habían dicho del niño.[18]Y todos los que lo oyeron se asombraban de lo que contaban los pastores.[19]Pero María lo conservaba y meditaba todo en su corazón.[20]Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto; tal como se lo habían anunciado.[21]Al octavo día, al tiempo de circuncidarlo, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido.[22]Y, cuando llegó el día de su purificación,[23]de acuerdo con la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentárselo al Señor, como manda la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor;[24]y para hacer la ofrenda que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones.[25]Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que esperaba la liberación de Israel y se guiaba por el Espíritu Santo.[26]Le había comunicado el Espíritu Santo que no moriría sin antes haber visto al Mesías del Señor.[27]Movido, por el mismo Espíritu, se dirigió al templo. Cuando los padres introducían al niño Jesús para cumplir con él lo mandado en la ley,[28]Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:[29]Ahora, Señor, según tu palabra, dejas libre y en paz a tu siervo,[30]porque mis ojos han visto a tu salvador,[31]que has dispuesto ante todos los pueblos[32]como luz revelada a los paganos y como gloria de tu pueblo Israel.[33]El padre y la madre estaban admirados de lo que decía acerca del niño.[34]Simeón los bendijo y dijo a María, la madre: ---Mira, éste está colocado de modo que todos en Israel o caigan o se levanten; será una bandera discutida[35]y así quedarán patentes los pensamientos de todos. En cuanto a ti, una espada te atravesará el corazón.[36]Estaba allí la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era de edad avanzada, casada en su juventud había vivido con su marido siete años,[37]desde entonces había permanecido viuda y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del templo, sirviendo noche y día con oraciones y ayunos.[38]Se presentó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a cuantos aguardaban la liberación de Jerusalén.[39]Cumplidos todos los preceptos de la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.[40]El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y el favor de Dios lo acompañaba.[41]Por las fiestas de Pascua iban sus padres todos los años a Jerusalén.[42]Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según costumbre.[43]Al terminar ésta, mientras ellos se volvían, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran.[44]Pensando que iba en la caravana, hicieron un día de camino y se pusieron a buscarlo entre los parientes y los conocidos.[45]Al no encontrarlo, regresaron a buscarlo a Jerusalén.[46]Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.[47]Y todos los que lo oían estaban atónitos ante su inteligencia y sus respuestas.[48]Al verlo, se quedaron desconcertados, y su madre le dijo: ---Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.[49]Él replicó: ---¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en la casa de mi Padre?[50]Ellos no entendieron lo que les dijo.[51]Regresó con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.[52]Jesús progresaba en [el] saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres.


Lucas, capítulo 3
[1]El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, tetrarca de Galilea Herodes, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítida, y Lisanio tetrarca de Abilene,[2]bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, la Palabra del Señor se dirigió a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.[3]Juan recorrió toda [la] cuenca del Jordán predicando un bautismo de arrepentimiento para perdón de los pecados,[4]como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos.[5]Todo barranco se rellenará, montes y colinas se abajarán, lo torcido se enderezará y lo escabroso se igualará[6]y verá todo mortal la salvación de Dios.[7]A la multitud que había salido a que la bautizara le decía: ---¡Raza de víboras! ¿Quién os ha enseñado a escapar de la condena que se avecina?[8]Dad frutos válidos de arrepentimiento y no os pongáis a deciros: Nuestro padre es Abrahán; pues yo os digo que de estas piedras puede sacar Dios hijos para Abrahán.[9]El hacha está ya aplicada a la cepa del árbol: árbol que no produzca frutos buenos será cortado y arrojado al fuego.[10]Entonces le preguntaba la multitud: ---¿Qué debemos hacer?[11]Les respondía: ---El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; otro tanto el que tenga comida.[12]Fueron también algunos recaudadores a bautizarse y le preguntaban: ---Maestro, ¿qué debemos hacer?[13]Él les contestó: ---No exijáis más de lo que está ordenado.[14]También los soldados le preguntaban: ---Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Les contestó: ---No maltratéis ni denunciéis a nadie y contentaos con vuestra paga.[15]Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban por dentro si Juan no sería el Mesías,[16]Juan se dirigió a todos: ---Yo os bautizo con agua; pero viene uno con más autoridad que yo, y yo no tengo derecho para soltarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.[17]Ya empuña el bieldo para aventar su era: reunirá el trigo en el granero, y quemará la paja en un fuego que no se apaga.[18]Con otras muchas palabras anunciaba al pueblo la Buena Noticia.[19]El tetrarca Herodes, reprendido por Juan por el asunto de Herodías, su cuñada y por los demás crímenes cometidos,[20]añadió a todos el de encerrar a Juan en la cárcel.[21]Todo el pueblo se bautizaba y también Jesús se bautizó; y mientras oraba, se abrió el cielo,[22]bajó sobre él el Espíritu Santo en forma de paloma y se escuchó una voz del cielo: ---Tú eres mi Hijo querido, mi predilecto.[23]Cuando Jesús empezó su ministerio tenía treinta años y pasaba por hijo de José, que era hijo de Elí,[24]Elí hijo de Matat, Matat hijo de Leví, Leví hijo de Melquí, Melquí hijo de Janay, Janay hijo de José,[25]José hijo de Matatías, Matatías hijo de Amós, Amós hijo de Nahún, Nahún hijo de Esli, Esli hijo de Nagay,[26]Nagay hijo de Maat, Maat hijo de Matatías, Matatías hijo de Semeín, Semeín hijo de Josec, Josec hijo de Jodá,[27]Jodá hijo de Joanán, Joanán hijo de Resá, Resá hijo de Zorobabel, Zorobabel hijo de Salatiel, Salatiel hijo de Nerí,[28]Nerí hijo de Melquí, Melquí hijo de Adí, Adí hijo de Cosán, Cosán hijo de Elmadán, Elmadán hijo de Er,[29]Er hijo de Jesús, Jesús hijo de Eliezer, Eliezer hijo de Jorín, Jorín hijo de Matat, Matat hijo de Leví,[30]Leví hijo de Simeón, Simeón hijo de Judá, Judá hijo de José, José hijo de Joná, Joná hijo de Eliacín,[31]Eliacín hijo de Meleá, Meleá hijo de Mená, Mená hijo de Matatá, Matatá hijo de Natán, Natán hijo de David,[32]David hijo de Jesé, Jesé hijo de Jobed, Jobed hijo de Booz, Booz hijo de Salá, Salá hijo de Naasón,[33]Naasón hijo de Aminadab, Aminadab hijo de Admín, Admín hijo de Arní, Arní hijo de Esrón, Esrón hijo de Fares, Fares hijo de Judá,[34]Judá hijo de Jacob, Jacob hijo de Isaac, Isaac hijo de Abrahán, Abrahán hijo de Tara, Tara hijo de Nacor,[35]Nacor hijo de Saruc, Saruc hijo de Ragau, Ragau hijo de Fálec, Fálec hijo de Eber, Eber hijo de Salá,[36]Salá hijo de Cainán, Cainán hijo de Arfaxad, Arfaxad hijo de Sem, Sem hijo de Noé, Noé hijo de Lamec,[37]Lamec hijo de Matusalén, Matusalén hijo de Henoc, Henoc hijo de Jarec, Jarec hijo de Maleel, Maleel hijo de Cainán,[38]Cainán hijo de Enós, Enós hijo de Set, Set hijo de Adán, Adán hijo de Dios.


Lucas, capítulo 4
[1]Jesús, lleno de Espíritu Santo, se alejó del Jordán y se dejó llevar por el Espíritu al desierto,[2]durante cuarenta días, mientras el Diablo lo ponía a prueba. En ese tiempo no comió nada, y al final sintió hambre.[3]El Diablo le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.[4]Le respondió Jesús: ---Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.[5]Después lo llevó a una cima y le mostró en un instante todos los reinos del mundo.[6]El Diablo le dijo: ---Te daré todo ese poder y su gloria, porque a mí me lo han dado y lo doy a quien quiero.[7]Por tanto, si te postras ante mí, todo será tuyo.[8]Le replicó Jesús: ---Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a él solo darás culto.[9]Entonces lo condujo a Jerusalén, lo colocó en el alero del templo y le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí,[10]porque está escrito: Ha dado órdenes a sus ángeles para que te guarden[11]y te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra.[12]Le respondió Jesús: ---Está dicho: No pondrás a prueba al Señor, tu Dios.[13]Concluida la prueba, el Diablo se alejó de él hasta otra ocasión.[14]Impulsado por el Espíritu, Jesús volvió a Galilea, y su fama se extendió por toda la comarca.[15]Enseñaba en sus sinagogas, respetado de todos.[16]Fue a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entró un sábado en la sinagoga y se puso en pie para hacer la lectura.[17]Le entregaron el libro del profeta Isaías. Lo abrió y dio con el texto que dice:[18]El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos,[19]para proclamar el año de gracia del Señor.[20]Lo cerró, se lo entregó al empleado y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él.[21]Él empezó diciéndoles: ---Hoy, en presencia vuestra, se ha cumplido este pasaje de la Escritura.[22]Todos lo aprobaban, y estaban admirados por aquellas palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: ---Pero, ¿no es éste el hijo de José?[23]Él les contestó: ---Seguro que me diréis aquel refrán: médico, sánate a ti mismo. Lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún, hazlo aquí, en tu ciudad.[24]Y añadió: ---Os aseguro que ningún profeta es aceptado en su patria.[25]Ciertamente, os digo que había muchas viudas en Israel en tiempo de Elías, cuando el cielo estuvo cerrado tres años y medio y hubo una gran carestía en todo el país.[26]A ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta en Sidonia.[27]Muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno fue sanado, sino Naamán el sirio.[28]Al oírlo, todos en la sinagoga se indignaron.[29]Levantándose, lo sacaron fuera de la ciudad y lo llevaron a un barranco del monte sobre el que estaba edificada la ciudad, con intención de despeñarlo.[30]Pero él, abriéndose paso entre ellos, se marchó.[31]Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente.[32]Estaban asombrados de su enseñanza porque hablaba con autoridad.[33]Había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, que se puso a gritar:[34]---¿Qué tienes contra nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: ¡el Consagrado de Dios![35]Jesús le increpó diciendo: ---¡Calla y sal de él! El demonio lo arrojó al medio y salió de él sin hacerle daño.[36]Se quedaron todos desconcertados y comentaban entre sí: ---¿Qué significa esto? Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.[37]Su fama se difundió por toda la comarca.[38]Salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Pedro estaba con fiebre muy alta y le suplicaban que hiciera algo por ella.[39]Él se inclinó sobre ella, increpó a la fiebre y se le fue. Inmediatamente se levantó y se puso a servirles.[40]Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban. Él ponía las manos sobre cada uno y los sanaba.[41]De muchos salían demonios gritando: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Él los increpaba y no los dejaba hablar, pues sabían que era el Mesías.[42]Por la mañana salió y se dirigió a un lugar despoblado. La multitud lo anduvo buscando, y cuando lo alcanzaron, lo retenían para que no se fuese.[43]Pero él les dijo: ---También a las demás ciudades tengo que llevarles la Buena Noticia del reinado de Dios, porque para eso he sido enviado.[44]Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Lucas, capítulo 5
[1]La gente se agolpaba junto a él para escuchar la Palabra de Dios, mientras él estaba a la orilla del lago de Genesaret.[2]Vio dos barcas junto a la orilla, los pescadores se habían bajado y estaban lavando sus redes.[3]Subiendo a una de las barcas, la de Simón, le pidió que se apartase un poco de tierra. Se sentó y se puso a enseñar a la multitud desde la barca.[4]Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: ---Boga lago adentro y echa las redes para pescar.[5]Le replicó Simón: ---Maestro, hemos bregado toda la noche y no hemos sacado nada; pero, ya que lo dices, echaré las redes.[6]Lo hicieron y capturaron tal cantidad de peces que reventaban las redes.[7]Hicieron señas a los socios de la otra barca para que fueran a echarles una mano. Llegaron y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.[8]Al verlo, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús y dijo: ---¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador![9]Pues el estupor se había apoderado de él y de todos sus compañeros por la cantidad de peces que habían pescado.[10]Lo mismo sucedía a Juan y Santiago, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Jesús dijo a Simón: ---No temas, en adelante serás pescador de hombres.[11]Entonces, atracando las barcas en tierra, lo dejaron todo y le siguieron.[12]Mientras Jesús se encontraba en un pueblo se presentó un leproso; el cual, viendo a Jesús, cayó rostro en tierra y le suplicaba: ---Señor, si quieres, puedes sanarme.[13]Extendió la mano y le tocó, diciendo: ---Lo quiero, queda sano. Al punto se le fue la lepra.[14]Y Jesús le ordenó: ---No se lo digas a nadie. Ve a presentarte al sacerdote y, para que le conste, lleva la ofrenda de tu sanación establecida por Moisés.[15]Su fama se difundía, de suerte que una gran multitud acudía a escucharlo y a sanarse de sus enfermedades.[16]Pero él se retiraba a lugares solitarios a orar.[17]Un día en que estaba enseñando asistían sentados unos fariseos y doctores de la ley que habían acudido de todas las aldeas de Galilea y Judea y también de Jerusalén. Él poseía fuerza del Señor para sanar.[18]Unos hombres, que llevaban en una camilla a un paralítico, intentaban meterlo y colocarlo delante de Jesús.[19]Al no hallar modo de meterlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, por el tejado, lo descolgaron con la camilla poniéndolo en medio, delante de Jesús.[20]Viendo su fe, le dijo: ---Hombre, tus pecados te son perdonados.[21]Los fariseos y los letrados se pusieron a discurrir: ---¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién, fuera de Dios, puede perdonar pecados?[22]Jesús, leyendo sus pensamientos, les respondió: ---¿Por qué pensáis así?[23]¿Qué es más fácil? ¿Decir: se te perdonan los pecados, o decir: levántate y camina?[24]Pues para que sepáis que este Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados --dijo al paralítico--, yo te digo: levántate, carga con tu camilla y vuelve a tu casa.[25]Al instante se levantó delante de todos, cargó con lo que había sido su camilla, y se fue a su casa dando gloria a Dios.[26]El estupor se apoderó de todos y daban gloria a Dios; sobrecogidos decían: ---Hoy hemos visto cosas increíbles.[27]Al salir vio a un recaudador, llamado Leví, sentado junto a la mesa de recaudación de los impuestos. Le dijo: ---Sígueme.[28]Dejándolo todo, se levantó y le siguió.[29]Leví le ofreció un gran banquete en su casa. Había un gran número de recaudadores y otras personas sentados a la mesa con ellos.[30]Los fariseos y letrados murmuraban y preguntaban a los discípulos: ---¿Cómo es que coméis y bebéis con recaudadores y pecadores?[31]Jesús les replicó: ---No tienen necesidad del médico los que tienen buena salud, sino los enfermos.[32]No vine a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.[33]Ellos le dijeron: ---Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen sus oraciones, y lo mismo hacen los discípulos de los fariseos; en cambio los tuyos comen y beben.[34]Jesús les contestó: ---¿Pueden los invitados a la boda hacer ayuno mientras el novio está con ellos?[35]Llegará un día en que les arrebaten el novio, entonces ayunarán.[36]Y les propuso una comparación: ---Nadie rasga un retazo de un manto nuevo para remendar uno viejo. Pues sería arruinar el nuevo, y el remiendo del nuevo no le cae bien al viejo.[37]Nadie echa vino nuevo en odres viejos; pues el vino nuevo reventaría los odres, se derramaría y los odres se echarían a perder.[38]El vino nuevo se ha de echar en odres nuevos.[39]Nadie que ha bebido el vino viejo quiere vino nuevo; pues dice: bueno es el viejo

viernes, 19 de febrero de 2010



LA JUSTICIA DE DIOS SE HA MANIFESTADO POR LA FE EN JESUCRISTO. Rm 3,21-22

Justicia: “dare cuique suum”
Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra “justicia”, que en el lenguaje común implica “dar a cada uno lo suyo” - “dare cuique suum”, según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste “lo suyo” que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia “distributiva” no proporciona al ser humano todo “lo suyo” que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si “la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios” (De Civitate Dei, XIX, 21).





ACA ESTA LA ACUARESMA ENTERA:


MENSAJE DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
PARA LA CUARESMA 2010

« La justicia de Dios se ha manifestado
por la fe en Jesucristo » (cf. Rm 3,21-22)



Queridos hermanos y hermanas:

Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas. Este año quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmación paulina: «La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo» (cf. Rm 3,21-22).

Justicia: “dare cuique suum”

Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra “justicia”, que en el lenguaje común implica “dar a cada uno lo suyo” - “dare cuique suum”, según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste “lo suyo” que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia “distributiva” no proporciona al ser humano todo “lo suyo” que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si “la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios” (De Civitate Dei, XIX, 21).

¿De dónde viene la injusticia?

El evangelista Marcos refiere las siguientes palabras de Jesús, que se sitúan en el debate de aquel tiempo sobre lo que es puro y lo que es impuro: “Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre... Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas” (Mc 7,15. 20-21). Más allá de la cuestión inmediata relativa a los alimentos, podemos ver en la reacción de los fariseos una tentación permanente del hombre: la de identificar el origen del mal en una causa exterior. Muchas de las ideologías modernas tienen, si nos fijamos bien, este presupuesto: dado que la injusticia viene “de fuera”, para que reine la justicia es suficiente con eliminar las causas exteriores que impiden su puesta en práctica. Esta manera de pensar ―advierte Jesús― es ingenua y miope. La injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal. Lo reconoce amargamente el salmista: “Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre” (Sal 51,7). Sí, el hombre es frágil a causa de un impulso profundo, que lo mortifica en la capacidad de entrar en comunión con el prójimo. Abierto por naturaleza al libre flujo del compartir, siente dentro de sí una extraña fuerza de gravedad que lo lleva a replegarse en sí mismo, a imponerse por encima de los demás y contra ellos: es el egoísmo, consecuencia de la culpa original. Adán y Eva, seducidos por la mentira de Satanás, aferrando el misterioso fruto en contra del mandamiento divino, sustituyeron la lógica del confiar en el Amor por la de la sospecha y la competición; la lógica del recibir, del esperar confiado los dones del Otro, por la lógica ansiosa del aferrar y del actuar por su cuenta (cf. Gn 3,1-6), experimentando como resultado un sentimiento de inquietud y de incertidumbre. ¿Cómo puede el hombre librarse de este impulso egoísta y abrirse al amor?

Justicia y Sedaqad

En el corazón de la sabiduría de Israel encontramos un vínculo profundo entre la fe en el Dios que “levanta del polvo al desvalido” (Sal 113,7) y la justicia para con el prójimo. Lo expresa bien la misma palabra que en hebreo indica la virtud de la justicia: sedaqad,. En efecto, sedaqad significa, por una parte, aceptación plena de la voluntad del Dios de Israel; por otra, equidad con el prójimo (cf. Ex 20,12-17), en especial con el pobre, el forastero, el huérfano y la viuda (cf. Dt 10,18-19). Pero los dos significados están relacionados, porque dar al pobre, para el israelita, no es otra cosa que dar a Dios, que se ha apiadado de la miseria de su pueblo, lo que le debe. No es casualidad que el don de las tablas de la Ley a Moisés, en el monte Sinaí, suceda después del paso del Mar Rojo. Es decir, escuchar la Ley presupone la fe en el Dios que ha sido el primero en “escuchar el clamor” de su pueblo y “ha bajado para librarle de la mano de los egipcios” (cf. Ex 3,8). Dios está atento al grito del desdichado y como respuesta pide que se le escuche: pide justicia con el pobre (cf. Si 4,4-5.8-9), el forastero (cf. Ex 20,22), el esclavo (cf. Dt 15,12-18). Por lo tanto, para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia, del profundo estado de cerrazón, que es el origen de nuestra injusticia. En otras palabras, es necesario un “éxodo” más profundo que el que Dios obró con Moisés, una liberación del corazón, que la palabra de la Ley, por sí sola, no tiene el poder de realizar. ¿Existe, pues, esperanza de justicia para el hombre?

Cristo, justicia de Dios

El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: “Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado... por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).

¿Cuál es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sí mismo y a los demás. El hecho de que la “propiciación” tenga lugar en la “sangre” de Jesús significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sí mismo la “maldición” que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la “bendición” que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeción: ¿qué justicia existe dónde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendición que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de “lo suyo”? En realidad, aquí se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autárquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad.

Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo “mío”, para darme gratuitamente lo “suyo”. Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia “más grande”, que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar.

Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.

Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversión y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazón la bendición apostólica.


Vaticano, 30 de octubre de 2009